De hada de Montmatre a toda una leyenda de la moda. Audrey Tautou sonríe cuando le preguntan si interpretar a Coco Chanel en su juventud hará olvidar al gran público el personaje que cambió su vida, Amelie Poulain. «¿Por qué queréis olvidaros de Amelie? Yo nunca la voy a dejar de lado. Hago mi trabajo y espero tener credibilidad en los distintos personajes que me ofrecen», comenta la menuda y delgadísima actriz en la presentación de Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel, drama romántico dirigido por Anne Fontaine que llegará a España el próximo 5 de junio.
Sus expresivos ojos negros y su maravillosa sonrisa es lo que más llama la atención de esta actriz de 32 años que, como la mítica creadora, nació en la Francia profunda, en la región de Montlucon.
A punto de convertirse en la imagen del famoso perfume número 5 de la Casa que dirige Karl Lagerfeld, Tautou confiesa que no le interesa mucha la moda y que apuesta por la simplicidad. Y no hay más que ver el atuendo que escoge en su encuentro con los medios -pantalón beige ancho, amplia camisa de cuadritos y sombrero de paja-, ante los que luce un corte de pelo que le da aspecto de chiquillo desgarbado. «No es que no me guste la ropa, pero antes de ir a un desfile voy a un museo o que quedo leyendo un libro. En este territorio sale mi lado salvaje porque no me gusta seguir el rebaño, prefiero andar mi propio camino», expone.
Gracias al cine, vuelve Mademoiselle, pero no lo hace como la celebrity que fue, sino en los años previos a triunfar en un mundo de hombres porque lo que cuenta la película son los primeros años en la vida de la diseñadora Gabrielle Coco Chanel, una mujer Independiente, provinciana y chic. «Increíble, distinguida, visionaria, única... Coco era una heroína de novela, una persona extraordinaria», dice Tautou.
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