DEPARTAMENTALES SIN CLIENTES

Con promociones agresivas de última hora, las tiendas departamentales se alistan para el 10 de mayo, tratando de recuperar parte de las pérdidas por el cierre de cinco días de sus instalaciones.

De acuerdo con trabajadoras de perfumería de Palacio de Hierro, la gente comienza a llegar gradualmente, sin embargo aún no recupera los niveles anteriores al brote de influenza, “todavía es muy pronto”, señala la encargada mientras pone el perfume de promoción en los brazos de las clientas, quienes deben quitarse el cubrebocas para poder olerlo.

Y es que este producto se perfila como el regalo idóneo para el Día de las Madres, razón por la cual hay promociones que señalan que en la compra de un perfume hay regalos extra como cremas o bolsos. Promociones con las cuales tanto Palacio de Hierro como Liverpool esperan reactivar las ventas, y donde participan marcas como Givenchy, Carolina Herrera y Lancôme.

Para las departamentales el panorama luce un tanto complicado, pues sus ventas se han visto afectadas previamente por la cautela del consumidor, que con la crisis económica ha optado por gastar sólo en productos básicos.

Con el fin de reponerse de la mala racha, estas compañías compiten por el cliente; ayer Palacio de Hierro comenzaba a pegar cartelones rojos en todos los departamentos señalando que había promociones de 20 por ciento en cupones o meses sin intereses al comprar en la tienda.

Liverpool, por ejemplo, lanzó una fuerte campaña de descuentos en electrodomésticos, productos que prometen 20 por ciento de descuento y 48 mensualidades de pagos fijos.

Para Mayra Cortés, cliente de Liverpool, la reapertura de las tiendas departamentales fue sinónimo de descuentos: “Como siempre para atraer a la gente hay promociones, pero en realidad son mínimas, además te lo reembolsan en una tarjeta de descuento, por lo cual se aseguran de que regreses, pero en este momento lo uso como distracción”.

Sobre las medidas de higiene aplicadas en las tiendas, destacó que no todos los trabajadores portan cubrebocas y tampoco los clientes, “eso no me parece adecuado”.