sábado, 14 de noviembre de 2009

Las Windsor derrochan 'glamour' y elegancia en la Royal Ascot

La Familia Real inglesa dio el pistoletazo de salida a una de las competiciones ecuestres de más tradición en Gran Bretaña

Como cada año, el condado británico de Berkshire en Ascot se ha vestido de gala para celebrar la apertura de la Royal Ascot, una de las competiciones de caballos con más tradición del Reino Unido y con patrocinio de la Familia Real inglesa desde 1711. El acontecimiento se espera cada año con entusiasmo, no tanto por el derby en sí sino por el espectáculo que se crea a su alrededor. En cada una de sus ediciones, el acontecimiento hípico despliega un escaparate de conocidas personalidades de todos los ámbitos sociales y una llamativa pasarela de moda por la que desfilan mujeres con deslumbrantes, originales, inverosímiles y, a veces, irreverentes sombreros.

La reina Isabel, acompañada del Duque de Edimburgo, dio comienzo a la Royal Ascot

La cita, que dura cuatro días y reúne a la clase alta británica, es una de las preferidas por la Familia Real inglesa. La reina Isabel, muy elegante y acompañada por el Duque de Edimburgo, encabezó una vez más la tradicional procesión de carrozas, que precede a la primera carrera, dando así el pistoletazo de salida a tan ilustre acontecimiento social, que se prolongará durante los próximos días. La soberana, con vestido amarillo y blanco de seda firmado por Stuart Parvin, chaqueta de lino a juego y sombrero de Rachel Trevor-Morgan, se sentó junto a su esposo y frente al Duque de York y Lord Vestey.



El príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles, en la tradicional procesión de carrozas



Le seguían el resto de los miembros reales, entre los que se encontraban el príncipe Carlos, que como es tradición lució para la ocasión chaqué y sombrero de copa, y su esposa. La Duquesa de Cornualles entregó por primera vez uno de los trofeos, el Queen Anne Stakes, al ganador de la primera carrera. La Duquesa lució muy elegante un vestido de seda y abrigo en color champán de Vivienne Westwood y sombrero de Philip Treacy, el mismo que se encargara d e los tocados para su boda con el Príncipe de Gales.



La princesa Beatriz de York caminó por el césped junto a su tía la Condesa de Wessex




La princesa Beatriz de York, que lucía una chaqueta blanca de la colección de Kate Moss valorada en 105 euros, caminó por el césped junto a su tía la Condesa de Wessex y el padre de ésta, Christopher Rhys-Jones. La princesa Ana tampoco faltó a la cita. La única hija de la reina Isabel se mostró muy animada en todo momento y muy elegante con chaqueta y sombrero en color mandarina y un par de llamativas gafas de sol de tipo esquí.

La princesa Ana de Inglaterra, a la izquierda, y la princesa Haya Bint Al Hussein de Jordania



Junto a ellos, no faltó la flor y nata de la sociedad británica. Así, algunos de los rostros conocidos que se presentaron ayer en el césped del famoso hipódromo fueron dos de los populares jueces del programa que ha hecho mundialmente famosa a Susan Boyle, “Britain’s Got Talent”: Amanda Holden y Simon Cowell. Tampoco faltaron, entre muchos otros, la joven cantante británica Katherine Jenkins o la actriz de “Sexo en Nueva York” Kim Cattrall.

Pese a que los miembros de la Familia Real y la alta sociedad inglesa contribuyeron a que este año tampoco decayeran la pompa y el esnobismo de Ascot, la crisis económica se dejó notar, sin embargo, de otras formas. Aunque no se conocen las cifras exactas, se calcula una menor asistencia al evento que otros años y tampoco fue un buen comienzo para los corredores de apuestas, que perdieron millones después de que los favoritos ganaran las carreras con facilidad: “Ha sido el peor día de apertura para los corredores de apuestas en años. Las pérdidas han sido colosales”, dijo un portavoz de Ladbrokes.



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